Dolores Veintimilla


                                       Dolores Veintimilla                                   
Dolores Veintimilla


Dolores Veintimilla de Galindo nació en la ciudad de Quito en el año de 1829. Fue educada en el seno de una familia aristocrática, ilustre y culta, vivió una infancia feliz rodeada de múltiples atenciones y gracias a su sensibilidad artística empezó a escribir desde muy joven.



A los 18 años contrajo matrimonio con el médico colombiano Sixto Galindo. Poco tiempo después, por razones de la profesión de su esposo se trasladaron a vivir en Guayaquil, ciudad que les abrió las puertas y los recibió en los mejores círculos sociales. Al poco tiempo, y sin conocerse hasta hoy las causas, su esposo se marchó a Centroamérica dejándola en la más absoluta pobreza, en la ciudad de Cuenca sola con su hijo.

Fue entonces cuando sola, abandonada y buscando alivio a su dolor, Dolores Organiza tertulias literarias que motivan murmuraciones sobre su comportamiento. Su situación se complica cuando, en abril de 1957, Dolores, por medio de una hoja volante, Necrología, defiende a un indígena condenado a muerte bajo la acusación de parricidio. (Y este parece ser el primer alegato en Ecuador contra la pena de muerte, vigente entonces). Se multiplican entonces las calumnias y los maltratos contra la escritora, quien es tildada de inmoral, atea, panteísta.

SUS OBRAS

Entre la prosa sobresalen “Fantasía” y “Recuerdos”. Son obras en las que dialoga con el pasado y en las que culpa al tiempo por haber dado una temprana muerte a sus ilusiones.

En el verso es donde mejor logra plasmar su dolor con “Aspiración”, “Desencanto”, “Anhelo”, “Sufrimiento”, “La noche y mi dolor”, “Quejas”, “A mis enemigos”, “A un Reloj” y “A mi madre”.

Cómo característica de su estilo se puede contar que prefirió el verso rimado y musical, y que casi no se valió de metáforas u otras imágenes literarias para plasmar su dolor en sus escritos.

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